or realizado en la antigua Mesoamérica y abarca todo el estado de Tabasco, el sur de Veracruz y partes de Chiapas, Campeche y Oaxaca.
El lidar, abreviatura de Light Detection and Ranging, utiliza un láser pulsado y otros datos obtenidos al sobrevolar un lugar para generar información tridimensional sobre la forma de las características de la superficie. Penetra en la vegetación y localiza estructuras que de otro modo no podrían verse desde el aire o el suelo.
Se detectó un gran centro ceremonial en el primitivo yacimiento olmeca de San Lorenzo, situado en Veracruz, en las tierras bajas cercanas al golfo de México, y que tuvo su apogeo entre el 1400 y el 1000 a.C. aproximadamente. Los olmecas representaban la civilización mesoamericana más antigua conocida y se cree que influyeron en las culturas posteriores, incluida la maya.
El arqueólogo de la Universidad de Arizona, Takeshi Inomata, quien dirigió el estudio publicado en la revista Nature Human Behaviour, dijo que el lidar detectó un gran espacio ceremonial de tierra rectangular, desconocido hasta ahora, en San Lorenzo.
Mide unos 1.000 metros por 275 metros, con 20 plataformas alrededor del borde ligeramente elevadas. Su finalidad no está clara, pero es posible que fuera una plaza en la que se reunía un gran número de personas para celebrar algún tipo de ceremonias, mientras que las plataformas que rodean la plaza podrían haber albergado residencias, según Inomata.
Las cabezas olmecas, formadas cada una de ellas a partir de una única roca de basalto, se encuentran entre las piezas de arte más evocadoras de la antigua Mesoamérica. Los rasgos faciales naturalistas están tallados de tal manera que los expertos sospechan que son representaciones de antiguos gobernantes olmecas reales.
Se han descubierto diez cabezas en San Lorenzo. Inomata dijo que puede haber más de ellas sin descubrir en sitios relacionados.
Muchos de los cientos de complejos ceremoniales identificados en el estudio comparten diseños comunes como el de San Lorenzo. Muchos parecen haber sido construidos con orientaciones alineadas con la dirección de la salida del sol en fechas ceremoniales clave.
“Estos centros fueron probablemente las primeras expresiones materiales de los conceptos básicos de los calendarios mesoamericanos”, dijo Inomata, señalando que dichos calendarios se basaban en una unidad de 20 días, que coincide con el número de plataformas alrededor del centro ceremonial de San Lorenzo.
Un centro ceremonial aún mayor, descrito por Inomata y sus colegas, el año pasado, fue encontrado en un sitio de la región maya llamado Aguada Fénix, en Tabasco, cerca de la frontera con Guatemala. Este centro, que data de una época ligeramente posterior a la de San Lorenzo, y otros encontrados en el estudio sugieren que los olmecas y otros pueblos de la región intercambiaron ideas.
El lidar ha demostrado ser cada vez más útil para los arqueólogos.
“La ventaja del lidar es que proporciona una visión tridimensional, a vista de pájaro, del paisaje y de las modificaciones realizadas por los humanos –antiguos y modernos– en forma de infraestructuras de construcción, transporte, agricultura y control del agua”, dijo el ingeniero del lidar y coautor del estudio, Juan Carlos Fernández-Díaz, del Centro Nacional de Cartografía Láser Aerotransportada de la Universidad de Houston.
“El lidar también nos permite ‘ver’ el paisaje y las infraestructuras que en muchas partes del mundo están ocultas bajo la cubierta forestal”, añadió Fernández-Díaz.