• 8 de marzo de 2024
  • juan cruz
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Durante el Seminario Internacional sobre Campañas Políticas en la Era de la Desinformación, expertos discutieron la transformación de los medios tradicionales de información debido a la revolución tecnológica.

Según el investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM, Leonardo Curzio Gutiérrez, la digitalidad ha generado una crisis en los medios tradicionales (radio, televisión y prensa escrita). En promedio, las audiencias ahora permanecen sólo 27 segundos frente a los contenidos de estos medios, lo que sugiere un interés creciente pero también una disminución en la atención, convirtiendo a las audiencias en consumidores de información más ligeros.

Curzio Gutiérrez destacó que incluso algunos líderes políticos han desarrollado sus propias redes informativas, agravando la situación con políticas identitarias que limitan la comunicación a aquellos que comparten opiniones similares.

René Delgado Ballesteros, periodista y editor, agregó que las redes influyen pero no determinan completamente. Vivimos en una paradoja, con una mayor capacidad para transmitir información pero una menor habilidad para comunicar y entender. Los medios tradicionales ya no son simplemente medios, sino instrumentos o componentes de algo más grande.

Desde una perspectiva económica, Delgado Ballesteros señaló que los medios tradicionales enfrentan dificultades, ya que la información, incluso certificada, está disponible de forma gratuita. Esto ha llevado a la pérdida de rigor profesional, con un aumento del periodismo de filtración en detrimento de la investigación.

Cristina Monge, politóloga española y colaboradora del diario El País, resaltó a nivel global que los medios tradicionales ya no son de masas, ya que comparten cada vez menos espacios comunes y se dirigen más a grupos específicos. Para superar esta etapa, sugirió que los medios deben ser transparentes, claros y explicativos, atribuyendo claramente las fuentes de información.

En medio de las crisis, la observación continua, la investigación y la resistencia a la mentira se presentan como claves para los medios tradicionales. La creación de ecosistemas seguros para el debate público, fundamental para la democracia, requiere regulación en contraposición a los espacios privados que ofrecen las redes sociales“, finalizó.

Algunos líderes políticos cuentan con su propia red informativa. Las redes influyen, pero no determinan, y los medios no son más de masas.