Un sismo de magnitud 7.0 grados sacudió este miércoles el Norte de Filipinas y dejó al menos cuatro muertos y decenas de heridos. En la capital, Manila, los pacientes de un hospital fueron evacuados y la gente salió corriendo aterrorizada al exterior.

Al menos cuatro personas perdieron la vida, en su mayoría por el derrumbe de estructuras, incluyendo una golpeada por las placas de concreto de su casa en una aldea de Abra, donde al menos 25 más resultaron heridas. En la provincia de Benguet, un trabajador murió aplastado por un pequeño edificio en obras que se vino abajo en la región montañosa de La Trinidad.

Muchas viviendas y edificios tenían grietas en las paredes, incluyendo algunos que se vinieron abajo en Abra, a donde el presidente Ferdinand Marcos Jr., que asumió el cargo hace menos de un mes, tenía previsto viajar el jueves para reunirse con afectados y funcionarios.

Filipinas está en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, un arco de fallas en el océano Pacífico donde se producen la mayoría de los terremotos del mundo. Filipinas también recibe unos 20 tifones y tormentas tropicales cada año, lo que la convierte en uno de los países más propensos a las catástrofes naturales.