• 28 de octubre de 2021
  • juan cruz
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“Otras señoras me dijeron que no debí pagar…”

Minelia del Carmen Hoil May, vecina de la colonia Amapolita, se sorprendió cuando le cobraron 200 pesos por el Certificado Médico que acredita el asma crónico que padece su nieta, y pensó que era por la vacuna Pfizer contra el Covid-19.

Fue la constancia para que la vacunaran, me dijeron otras señoras que no debí pagar porque la vacuna es gratuita”, relató cuando salió del Hospital de la Amistad Corea-México donde vacunan a niños y jóvenes de 12 a 17 años con alguna comorbilidad de riesgo y enfermedades graves.

Le entró la duda si pagará otros $200 cuando le apliquen la segunda dosis a su nieta María del Carmen, de 13 años de edad. El doctor le informó que no debía hacerlo, pues el Certificado Médico avala la enfermedad de su nieta.

“Me dice una señora: ‘tómelo por el lado amable, lo importante es la vacuna, si no se lo pone siempre estará en riesgo, la vacuna no se cobra, la constancia sí porque lo pidieron (el gobierno federal)’”, contó la abuelita. “Hasta ahorita ella tiene tratamiento, es paciente desde bebé de aquí, no la han retirado todavía, la atienden de los pulmones y está bastante bien”.

Otros familiares de adolescentes también tuvieron problemas para acreditar el padecimiento de sus hijos. Aunque era evidente que sufren alguna comorbilidad, la revisión fue estricta y quien no llevó los requisitos completos o el registro en la plataforma Mi Vacuna fue rechazado.

|¿Qué pasará con los que no recibieron la vacuna?

Ayer se preguntó al gobernador Mauricio Vila Dosal y al secretario de Salud, Mauricio Sauri Vivas, qué pasará con los que no recibieron la vacuna.

“Llegará el momento en que el gobierno federal nos gire la instrucción, desde la Secretaría de Salud, para que a este grupo de edad entre 12 y 17 años se les pueda aplicar la vacuna”, respondió el doctor Sauri.

Al explicar el motivo del rechazo de estos niños y jóvenes, el secretario recordó que la Estrategia Nacional de Vacunación para los jóvenes de 12 a 17 años tiene ciertas características, ciertas indicaciones de la Secretaría de Salud federal.

Según esta última dependencia, esos jóvenes deben tener comorbilidades graves o severas que pongan en riesgo su salud si llegaran a contraer el virus, como puede ser la hipertensión pulmonar o un síndrome de inmunodeficiencia o ser pacientes con VIH.

Hay pacientes que tienen enfermedades congénitas, cardíacas, entonces muchas veces exhiben recetas de las farmacias de la esquina o son enfermedades que no están dentro del catálogo de enfermedades que dictó la Secretaría de Salud federal.

Por ello, a la población les recordó que todavía están a tiempo para que usen su certificado en forma adecuada y acudan a su centro de vacunación más cercano.

Se le preguntó quién debe expedir el certificado médico. Debe ser el doctor tratante del paciente y tiene un costo si el paciente no es derechohabiente del IMSS, del Issste o de la Secretaría de Salud.

En el primer día de vacunación de niños y jóvenes con comorbilidades se aplicaron 1,444 dosis en Mérida: en el Hospital Corea-México fueron 378 vacunas; en la ex T1 del IMSS, 370; y en el Issste de Susulá, 696.

Al día de ayer, en Yucatán se habían aplicado 2.300,000 vacunas y ningún vacunado había resentido alguna reacción grave.