En una noche que quedará marcada en la memoria de los residentes de Lewiston, Maine, se produjo un trágico tiroteo que dejó un saldo devastador. Según las autoridades, un total de 18 personas perdieron la vida y 13 resultaron heridas en el incidente, que tuvo lugar en un bowling y un restaurante-bar de la localidad en el noreste de Estados Unidos. Este hecho se convierte en una de las peores masacres de los últimos años en el país.

La gobernadora de Maine, Janet Mills, anunció que las labores de búsqueda están en curso para dar con el responsable de los disparos, quien ha sido identificado como Robert Card, de 40 años. La Policía ha difundido su fotografía, pero sus motivaciones aún son desconocidas. Según fuentes de la Policía citadas por CNN, Card es instructor certificado y reservista del ejército.

El concejal de la ciudad, Robert McCarthy, había informado inicialmente de “hasta 22” víctimas mortales y “entre 50 y 60 heridos”, mientras que el responsable de la seguridad pública de Maine, Mike Sauschuck, mencionó “16 muertos”. Esta confusión inicial refleja la magnitud de la tragedia.

La Casa Blanca ha anunciado que el presidente Joe Biden se ausentó de una cena de Estado en honor al primer ministro australiano para comunicarse con funcionarios locales y ofrecer apoyo federal. Posteriormente, ordenó que las banderas de la Casa Blanca y todos los edificios gubernamentales ondeen a media asta en señal de respeto por las víctimas de este acto de violencia sin sentido.

Las imágenes del sospechoso muestran a un hombre con barba, vestido con una chaqueta marrón, pantalones azules y zapatos marrones, sosteniendo un rifle semiautomático. La Policía encontró una camioneta blanca abandonada a una decena de kilómetros de Lewiston, lo que sugiere que el atacante huyó del lugar.

El FBI de Boston se ha unido a la búsqueda del sospechoso, y varios medios han mencionado un posible tiroteo en un centro de logística de un supermercado Walmart, aunque esto aún no ha sido confirmado por las autoridades.

Este trágico evento ha dejado a la comunidad de Lewiston en estado de shock, y como medida de precaución, las escuelas de la ciudad permanecerán cerradas. La triste realidad es que este tiroteo se suma a la larga lista de tragedias similares que ocurren regularmente en Estados Unidos, donde la disponibilidad de armas ha sido un tema recurrente en los debates políticos.

Excluyendo los suicidios, más de 15,000 personas han perdido la vida debido a la violencia armada desde principios de año en el país, y este ataque es el más mortífero registrado durante ese período, según la asociación Gun Violence Archive (GVA). A pesar de la indignación generalizada, los esfuerzos para endurecer el control de armas en Estados Unidos siguen chocando con la oposición de los defensores del derecho constitucional a portar armas, manteniendo una parálisis política en el tema.