Especialistas en arqueología y usuarios en redes sociales piden al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se modifique el tramo 5 de la ruta del Tren Maya que contempla atravesar por cuevas y cenotes de Quintana Roo.

A través de la petición “No al Tren Maya sobre los cenotes y cuevas de Quintana Roo”, en la plataforma Changhe.org, señalan que la construcción precipitada de este proyecto atenta a la salud de los ecosistemas y su biodiversidad, a la conservación de la fauna, de los mantos acuíferos que son fundamentales para el atractivo turístico y para la naturaleza.

La petición fue compartida por el arqueólogo Leonardo López Luján, director del Proyecto Templo Mayor, quien dijo que debido a lo planteado, está “en riesgo uno de los sitios arqueológicos subterráneos más importantes de Quintana Roo por el nuevo trazo del Tren Maya. El trazo recién propuesto cruzaría los sistemas de cuevas más grandes de México, como el Garra de Jaguar”.

En el documento se señala que el ferrocarril atravesará por la selva maya, segundo pulmón forestal de América Latina, después de la Amazonia, fragmentándola y causando impactos irreversibles a la vegetación, al suelo, al agua, a la biodiversidad y acelerando la urbanización.

Aunque la falta de certeza sobre el trazo final del proyecto impide identificar los impactos puntuales que se pudieran ocasionar al hábitat y a los ecosistemas terrestres y costeros, es posible identificar que el Tren Maya causarán diversos daños e impactos ambientales como son:

1.- Deforestación: El impacto del proyecto del nuevo tramo 5 sobre la cobertura forestal existente en la Península de Yucatán es grande y particularmente en el Estado de Quintana Roo.

2.- No se están considerando las cavernas, Lagunas, aguadas, manglares y cenotes por las cuales pasará el Tren Maya en su nuevo trazo. En particular los más de mil kilómetros explorados entre Playa del Carmen y Tulum.

3.- Extinción de flora y fauna: se impactará el área donde se albergan múltiples especies.

4.- Sobreurbanización: El proyecto abrirá las puertas a generar una sobreurbanización no preparada ni planeada, así como la explotación de bancos de material que devastarán la zona forestal.