• 19 de noviembre de 2021
  • juan cruz
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Una investigación llevada a cabo por la arqueóloga de la Louisiana State University, Maya Heather McKillop, y un equipo de expertos reveló cómo hacían los mayas para obtener su suministro de sal.

Se sabía que los mayas debían de contar con una especie de fuente proveedora que les suministrara este bien básico para su vida diaria. Sin embargo, hasta la fecha se desconocía quién o quiénes podían fungir como tal para uno de los imperios más importantes de Mesoamérica.

Tras una serie de experimentos usando datación por radiocarbono de muestras de postes de madera y cerámica, se descubrió que fuentes de sal se encontraban en las costas de Yucatán (México) y Belice.

De acuerdo con National Geographic, el equipo liderado por McKillop excavó cocinas de sal en las cuales se hervía salmuera en ollas de barro sobre fuegos en edificios de postes y paja conservados en sedimentos libres de oxígeno debajo del fondo del mar en Belice. Esto ayudó a revelar la ubicación de las viviendas de los salineros que servían esta materia prima al imperio maya.

Con el hallazgo de restos de más de 4.000 postes de madera en el lugar denominado «Trabajos de Sal de Paynes Creek» es un indicio claro de la forma en que los mayas procesaban y utilizaban la sal.

Además de que la sal era un ingrediente importante en los alimentos de los mayas, se usaba para la sazón y preservación del pescado, asimismo para curtir pieles en rituales y también era importante como remedio médico.

Tanto en el pasado como en el presente, Yucatán es un importante territorio de producción de sal. La manera en que se obtenía y se sigue obteniendo es mediante la evaporación solar de las aguas contenidas en grandes sistemas de charcos.