• 24 de noviembre de 2021
  • juan cruz
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El primer ministro de Somalia, Mohamed Hussein Roble, declaró el “estado de emergencia humanitaria” en el territorio nacional por la persistente sequía que golpea a este país y que afecta -según la ONU– a 2,6 millones de personas.

El mandatario enfatizó que el país “está en una situación desesperada debido a la gravedad de la sequía”.

El país del Cuerno de África está experimentando un empeoramiento de la sequía después de tres temporadas de lluvias fallidas consecutivas, y corre el riesgo de sufrir una cuarta temporada de escasez de precipitaciones en 2021, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

La falta de acceso a agua potable y salubre, junto a instalaciones deficientes de higiene y saneamiento, han aumentado el riesgo general de enfermedades transmitidas por el agua, con un aumento de casos sospechosos de diarrea acuosa aguda, cólera y sarampión, de acuerdo con la ONU.

Aparte de esa calamidad, Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó a este país sin Gobierno efectivo y en manos de grupos islamistas como Al Shabab y señores de la guerra.